Desbocada
la palabra se abre paso
cabalgando con ritmos apasionados
de Otoño. Nace libre
para morir esclava de mis deseos.
De mi pretensión eterna de imposible.
Poderosa.
Cortesana y mendiga
la palabra ha construido un puente
sobre mi atrevimiento. La madurez
ha doblegado el estilo
con maestría y respeto. ¡Mucho más del que
merece derramarse!.
Imprevista
la palabra esconde la ironía mordaz
de mis pliegues
sucumbiendo al absurdo
de los días ausentes.
Muy bueno ! Gracias !
ResponderEliminarGracias, un placer que hayas estado por aquí. Saludos.
ResponderEliminarPrecioso poema Manuela, gracias por compartir
ResponderEliminarfeliz semana.
Gracias Ricardo. Tu poesía es profunda y tienes un blg magnífico. Un saludo!!!
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