Incierta, esquiva, maldita
en la dulzura de su temperamento.
En ese rugir de olas incesantes
atropelladas en un sin vivir de espinas.
Me lastima lacerada en los acordes
de su tango bailado con prisas.
Y quiero entender pero no acierto,
y sucumbo a la sin razón de sus pliegues furtivos,
y perezco una vez más
devorada por sus dudas.
Y no sangra...
¡Malditas las heridas
que no sangran! . Su piel no es más
que un reflejo en el espejo.
Un devenir constante hacia el infierno
para luego regresar al paraíso.
Y no hay bondad en el silencio
de volver sobre los pasos infinitos
del tiempo.
Hermoso Manuela!! realmente muy bello!
ResponderEliminarFelicitaciones cada día me gusta mas como escribes!
Gracias amigo!! He pasado por tu blog jejeje, se notan los vientos que soplan...
ResponderEliminarTremendo Manuela, me inspira tanto.bellisima, uff, no tengo palabras... un besazo
ResponderEliminarHermoso texto amiga
ResponderEliminarTiene fuerza y expresividad
Me gustó
Gracias Francisco, un placer que hayas estado aquí. Saludos!!!!
ResponderEliminar¡Preciso amiga Manuela!, una delicia leerte.
ResponderEliminarque disfrutes el fin de semana.
un abrazo.
Un abrazo Ricardo, gracias por pasarte por aquí!! Disfruta del fin de semana!!
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